Por fin ha acabado Zoo. TV-3 ha adelantado, ha acelerado el final de la serie, que tendría que haber llegado hasta el verano, dados sus bajos índices de audiencia. En esta ocasión, la productora Diagonal TV, responsable de la telenovela, no ha logrado el éxito de Ventdelplà, de La Señora, de Amar en tiempos revueltos. Ójala supiera la razón real del fracaso –quizá me contratarían como asesor–, pero lo cierto es que el público intuye que esa ficción no funciona: la trama no termina de cuajar, las historias no parecen reales y los actores no logran hacen creíbles unos personajes débilmente construidos. A veces me recordaban los de otras series, como Iris (Patricia Bargalló), que era tal cual la mossa d’esquadra de Mar de fons. De todos ellos yo salvaría dos o tres intérpretes: Pep Munné, Lluïsa Mallol y, sobre todo Llum Barrera. Cada vez que aparece en escena, algo se ilumina.
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