El regreso de Andreu Buenafuente a las noches televisivas, hace 10 años, tras dos años en paro (su anterior programa, BFN, estuvo en antena desde enero de 2015 a junio de 2011), me permitió hacerle una pequeña entrevista para el suplemento ‘TeleTodo’ de ‘El Periódico de Catalunya, en noviembre de 2013, que he querido reproducir ahora. La titulé así: Buenafuente: «Tenía mono de tele»
No ha podido resistirlo: el popular humorista y presentador vuelve a la tele el lunes, 18, para ocupar la última hora de la noche de La Sexta, con ‘En el aire’, un programa que lleva la marca de Andreu Buenafuente, pero con suficientes novedades como para atraer a nuevos públicos. El espacio cuenta de nuevo con Berto Romero y tres caras nuevas, Bob Pop, Belén Cuesta y Jorge Ponce.
–No ha podido resistir el año sabático. ¿Tenía mono?
–Efectivamente, no he podido. Soy un tonto integral para estas cosas. Y sí, tengo mono de tele, pero es que, además, el mundo que me he creado, empresarialmente hablando, para poder hacer toda esta tele, me ha tenido ocupado cuando no tenía tele. Así que siempre estoy atrapado por algún lado. Pero bueno, finalmente estoy contento porque voy a hacer lo que a mí me gusta.
– Pero usted no ha parado en todo este tiempo: teatro, radio…
– Pasó algo curioso. Al no tener programa diario, pensaba atender todos aquellos proyectos que no podía a causa de esa disciplina diaria.
– ¿Como cuáles?
– Por ejemplo, un documental muy potente para el año que viene, con el que celebrar los 30 años que llevo en la profesión, que es una especie de autoterapia y de viaje al corazón de la comedia, y que, por supuesto, con programa diario era imposible… En efecto, estaba ocupado, pero agradablemente ocupado…
– ¿Qué le ha impulsado a volver?
– Algo tan sencillo como la propia necesidad artística personal. A mí todavía me sigue gustando mucho hacer televisión. Así de simple: amo mi profesión. Ojo: que esto ya lo sentía cuando acabamos el programa diario [Buenafuente / BFN], antes del semanal. Nunca tuvimos la sensación de «bueno, ya está; esto acabó y hay que buscarse otros territorios». Era un descanso, pero no era un hartazgo. Y lo que tengo claro es que esto es mi profesión.
– Pero, tras la cancelación de ‘Buenas noches y Buenafuente’, quizá se llega a la conclusión que le va mejor en La Sexta que en Antena 3…
– Quizá porque sacamos conclusiones, todos, yo el primero, a partir de un solo programa, con lo complicado que es esto de la televisión. Si hubiera más años, probando otros formatos… Lo cierto es que donde estoy cómodo es en la noche, en la madrugada, donde se respira más buen rollo, una mayor comodidad en la que llevo trabajando muchos años. Aunque también reconozco que no hay ningún campo seguro y que hay que ganarse el puesto, como en el fútbol.
– ¿Y volverá a competir con Gran Wyoming?
– Jajaja… Con Wyoming me llevo muy bien. Nuestras peleas eran una gran farsa, consentida y trabajada por los dos. Y si nos sirve para divertirnos, fantástico. Es un gran compañero que está por encima de rivalidades.
– ¿Por qué el título de ‘En el aire’?
– El título es nuestro homenaje a la radio, que es de donde salimos y en donde siempre hemos estado. Cada programa tiene su estética y este remite a un gran programa de radio televisado. Y recuperamos aquella nomenclatura tan anglosajona de On the air, aunque aún existen algunas emisoras donde aparece la palabra aire.
– Recuerda al programa de radio que ha hecho para la SER…
– Sí que va un poco por ahí, en la línea de ‘Nadie sabe nada’, que, por cierto, seguiremos haciendo, porque la SER ha quedado muy contenta.
– Ya solo queda usted en las madrugadas de las teles…
– Por lo que veo, y a la vista está, nuestra franja está muy poco trabajada en nuestros términos. Hay tertulias deportivas y políticas, pero humor y entretenimiento de este tipo, a esas horas, no veo a nadie. Yo recuerdo que cuando empecé a hacer el late en Antena 3, en el año 2004, había una buena actividad, que no cesó: ‘Crónicas marcianas’, ‘Eva Hache’… Había mucha gente y confieso que me gustaría que hubiera muchos más.
–¿Qué novedades incorpora ‘En el aire’ con respecto a las etapas anteriores?
–Abre mucho más sus puertas de acceso en todos los sentidos. Por ejemplo, en los colaboradores: entran tres nuevos, fijos, que son Jorge Ponce, que viene del mundo de la radio; Belén Cuesta, que viene a hacer lo que sea, además de ser actriz, y Bob Pop, un hombre muy conocido en las redes, que viene de la crítica televisiva, de blogs sobre tele, que será algo así como el tuitero en el plató, pero que será mucho más que eso. Tendrá un espacio para él solo en el plató, como una especie de cabina de radio equipada tecnológicamente. Como ves, todo son cambios formales muy potentes. Y todo ello bascula sobre una enorme mesa redonda.
– ¿Cómo dice? ¿Redonda?
– Lo de la mesa tipo escritorio que teníamos ya pasó y entramos en otra dimensión. Será un escenario retratable los 360º, de manera que se aprovecha completamente todo, con esa mesa como centro. Pero luego, por nuestras características, que ahora me disfrazo, que ahora hay una actuación musical, hay diversos espacios que en cualquier momento pueden entrar en juego.
– ¿Pero mantiene la estructura?
– No. Todos estos cambios ya generan otra estructura. Sí que hay un primer momento que puede recordar el monólogo, en el que repaso cinco puntos más pegados a la actualidad, para luego ir a la mesa donde haya muchas secciones pero que todo parezca una sola sección. La pelota rodará muy rápida y con un lenguaje televisivo más fluido que en otras épocas.
– ¿Cuánto tiempo dura el espacio?
– Unos 80 minutos diarios y, esto es importante, en directo. Vamos a gozar…, y a sufrir. Pero creo que el cuerpo nos pedía esto.
– Confiese: ¿cuántos guionistas tiene para ayudarles?
– Del orden de nueve o diez. Este es un programa modesto. Antes las teles tenían muchos más medios.
– ¿Sigue con Berto Romero como su mano derecha?
– Sí. Es que ya estamos como adosados. Creo que he encontrado en Berto a mi compañero ideal, sin desmerecer a todos los que han estado a mi lado a lo largo de todos estos años. Cuando tienes una buena comunicación con alguien, no quieres que acabe nunca.
– ¿Mantiene las entrevistas?
– Sí, pero en esta etapa no tienen aquel peso monolítico de antes. Ahora, los invitados (como David Trueba y Javier Cámara, este lunes) se integran en nuestra mesa y les vamos a pedir que opinen sobre los temas del día. Más que acción va a haber palabra. También es la hora de hablar un poquito más, aunque sea en broma. Es el estilo de programa, del sketch. No creo que podamos hacer entrar un elefante en el plató, aunque si está a tiro, igual lo metemos.
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