Como sabéis (y si no, leer, ahí, a la derecha) acabo de publicar ‘Venecia de cine’. Desde hace décadas, soy un asiduo a esa ciudad, y desde mi infancia, a las salas de cine. Ahora, después de varios meses de preparación y escritura, el doble placer de viajar y ver cine ha tomado forma de guía alternativa, diferente, llena de detallitos para leer, rincones venecianos a visitar y filmes a revisar.
No encontraréis aquí películas de estudio falsamente ambientadas en la ciudad de los canales, sino escenarios reales donde se rodaron las producciones más famosas que podáis recordar, desde ‘Locuras de verano’, portada del libro y que ahora cumple 60 años, a ‘The tourist‘, pasando por ‘Senso’, ‘Muerte en Venecia’, ‘Moonraker’, ‘Indiana Jones y la última cruzada’, ‘Casino Royal’, ‘Retorno a Brideshead’ y muchas otras.
Todos son títulos, hasta los 36 en que finalmente he querido cerrar la lista, estrenados a partir de los años 50 del siglo pasado. Si os apetece ver cómo era esa capital italiana antes de la segunda guerra mundial, podéis echar una ojeada a ‘Venezia minore‘, un documental rodado por Francesco Pasinetti en 1940 que se encuentra en internet (en este enlace de Youtube).
Este libro es una propuesta de itinerario para descubrir qué queda en la actualidad de los escenarios mostrados en las producciones más antiguas y que hay de realidad en las imágenes que muestran los filmes más actuales. No encontraréis muchas descripciones de museos y monumentos (para eso están las guías ‘normales’, pero si os animáis a seguirla, encontraréis el placer de descubrir una Venecia de película.
Y una confesión muy personal. Locuras de verano es la película que más ha influido en mi a la hora de escribir este libro. A finales de los años 80, rodé un cortometraje en 35 milímetros titulado ‘Quizá no sea demasiado tarde‘. Era una película romántica de final desencantado en cuyo inicio incluía unas imágenes precisamente de ese filme de David Lean. Era hacia el minuto 93. Tras un día precioso y haber estado sentados en la Piazza San Marco, Katharine Hepburn le pide a Rossano Brazzi un último paseo por la ciudad y le dice que se marcha de Venecia, donde ha pasado los días más felices de su vida.
Cada vez que dejo Venecia, sigo teniendo aún más ganas de volver a ella.
Deja una respuesta