El blog del periodista Txerra Cirbian

Etiqueta: Sean Connery

El día que conocí a Indiana Jones

Harrison Ford en el rodaje de ‘Indiana Jones 3’.

En mayo de 1988, hace ahora 35 años, Steven Spielberg rodaba en Almería ‘Indiana Jones y la última cruzada’, la tercera de las aventuras protagonizadas por Harrison Ford en la que Sean Connery encarnaba al padre del famoso arqueólogo (y eso que sólo se llevaban 12 años de diferencia).

Aprovechando el estreno de ‘Indiana Jones y el dial del destino’, la quinta entrega del personaje, os dejo aquí un relato en el que convierto en ficción el día que conocí a Indiana Jones. Porque, en efecto, yo fui a Almería para escribir sobre el rodaje del filme y tuve a mi lado a Harrison, con su esposa de entonces, Melissa Mathison, la guionista de ‘E.T. el extraterrestre’, y su hijito Malcolm, que era un bebé de meses. Y a Sean Connery, cuyos bíceps abultaban más que mis piernas.

De aquel encuentro casual en el Parador de Mojácar decidí construir una ficción con elementos semiautobiográficos. Confieso que mi profesora de escritura creativa despachó mi texto con una frase demoledora: «Eso es una anécdota, no un relato». En fin. Os dejo lo que escribí sobre aquel día, a ver qué os parece.

Seguir leyendo

La visita de Indiana Jones a Venecia

La Fondamenta Gherardini, la barca de fruta y la iglesia de San Barnaba (foto de Txerra Cirbián).

Hace un par de meses, escribía en una entrada de este blog que había tres conocidos filmes, parte de cuyas tramas se desarrollan en el Campo San Barnaba, uno de los lugares más animados de Venecia y por donde suelen pasar los turistas camino del puente de la Academia o de la estación de tren: ‘Locuras de verano‘ (1955), de David Lean; ‘Indiana Jones y la última cruzada‘ (1989), de Steven Spielberg, y ‘The Italian Job‘ (2003), de F. Gary Grey.

De esta última y entretenida películas ya os he explicado varias cosas. Así que hoy hablaré de la segunda de ellas, la tercera entrega de Indiana Jones que, para mí tiene además un interés especial: estuve en el rodaje de algunas de las escenas que se filmaron en las provincias de Almería y Granada. Fue una grata aventura que ya os explicaré. Veamos ahora la visita de Indiana Jones a Venecia.

Seguir leyendo

La primera visita de James Bond a Venecia

A lo largo de 1962, ahora hace 60 años, el director británico Terence Young (1915-1994) filmó en diferentes escenarios de todo el mundo ‘Desde Rusia con amor‘ (1963), la segunda entrega de las peripecias del espía más famoso de todos los tiempos: James Bond.

Con guión de Richard Maibaum, a partir de la quinta novela de Ian Fleming sobre el personaje, Sean Connery volvía a meterse en la piel de 007, Daniela Bianchi encarnaba a la chica de la película y Robert Shaw y Lotte Lenya eran los malos-malísimos de turno.

La mayor parte de los paisajes reales se rodaron en Turquía, pero el inicio se situaba en un campeonato de ajedrez dentro de un palazzo veneciano y el final discurría bajo el famoso Puente de los Suspiros, con la pareja protagonista besándose, con el tema ‘From Russia with love’ de Matt Monro sonando de fondo. ¿Era Venecia? Os lo explico.

Seguir leyendo

Espiando a Spielberg (y 3)

Bueno, hoy os dejo el último capítulo de esta historia y os dejo de dar la vara con Spielberg.
Os explicaba ayer que habíamos intentado ver cómo rodaban una parte de la escena de la moto con sidecar en la sierra de la Alfaguara, dentro del Parque Natural de Huétor, en un caminito que partía de la carretera nacional (la N-342, creo) que iba de Granada a Guadix.
En la película, es toda esa escena de una serie de senderos por donde unos soldados alemanes persiguen en moto el sidecar donde van Indiana Jones y su padre, que tras descabalgarlos se paran en un cruce de caminos para discutir sobre el dietario perdido.
Os aseguro que llegamos a oír el sonido de las motos, pero he de confesar que no vimos nada de esa escena. Eso sí: había guardias controlando el tráfico, que no dejaron que nos acercáramos con el coche. Al cabo de un rato, vimos marchar varios vehículos. Dejamos el nuestro aparcado en la cuneta y nos aproximamos caminando al lugar donde habían estado rodando. Pudimos husmear los restos del falso puesto fronterizo, y poco más.
Así que volvimos a la carretera en dirección a Guadix, a ver si teníamos más suerte.
Cuando llegamos a las proximidades de la estación de tren, había decenas de extras esperando a que les dieran indicaciones.
Ahí sí que pudimos trabajar un poco: Pere, haciendo fotos, y yo, preguntando a los figurantes, algunos de ellos actores aficionados. También había algunos propietarios de gallinas y otros animales que luego aparecerían en la película. Y creo recordar que un par de ayudantes de dirección españoles que coordinaban con megáfonos la coreografía. Llegué a colarme discretamente en el interior de la estación, donde un par de rótulos indicaban Iskenderun, porque Steven Spielberg aún no había llegado. Pero poco después nos echarían de la zona.
Hicimos lo único posible en aquel momento: dimos un rodeo y nos acercamos a unas casitas que estan justo enfrente de la plaza de la estación.

Llamamos a una puerta y le explicamos a una vecina si podía dejarnos ver el rodaje desde su balcón. La mujer fue tan amable, que nos permitió estar en su salón hasta que terminaron de rodar varias escenas, pasada ya la hora de comer. Y nada de abrir de par en par las ventanas para hacer fotos: con la persiana bajada y tirados en el suelo, espiando.
Fue entonces cuando pudimos ver a Spielberg. Dejó en manos de sus ayudantes los movimientos de los figurantes y se limitó a dirigir a los actores principales, el gran Denholm Elliott, que hacía de Marcus Brody y que fallecería en 1992, y el no menos grande John Rhys-Davies como Sallah. Habló con ellos, les dio instrucciones, le explicó al segundo cómo pegar al tipo de la Gestapo que le pide los papeles, y al primero hacia dónde correr.
Todo eso lo vimos escondidos, espiando desde la ventana de esa casita que se ve en la captura de pantalla que tenéis más arriba. Y con el teleobjetivo pudimos tomar esta y otras muchas fotos que sirvieron, por fin, para ilustrar el reportaje que os citaba y convencer a nuestros jefes de que habíamos estado trabajando en aquel viaje, y no gastando alegremente el dinero de la empresa, una sospecha eterna cuando un periodista sale de viaje.

Bé, avui us deixo l’últim capítol d’aquesta història i us deixo de donar la vara amb Spielberg.
Us explicava ahir que havíem intentat veure com rodaven una part de l’escena de la moto amb sidecar a la serra de l’Alfaguara, dins del Parc Natural de Huétor, en un caminet que partia de la carretera nacional (la N-342, crec) que anava de Granada a Guadix.
A la pel.lícula, és tota aquesta escena d’una sèrie de senders per on uns soldats alemanys persegueixen en moto el sidecar on van Indiana Jones i el seu pare, que després descabalgarlos s’aturen en una cruïlla de camins per discutir sobre el dietari perdut.
Us asseguro que vam arribar a sentir el so de les motos, però he de confessar que no vam veure res d’aquesta escena. Això sí: hi havia guàrdies controlant el trànsit, que no van deixar que ens acostéssim amb el cotxe. Al cap d’una estona, vam veure marxar diversos vehicles. Deixem el nostre aparcat a la cuneta i ens aproximem caminant al lloc on havien estat rodant. Vam poder ensumar les restes del fals lloc fronterer, i poc més.
Així que vam tornar a la carretera en direcció a Guadix, a veure si teníem més sort.
Quan vam arribar a les proximitats de l’estació de tren, hi havia desenes d’extres esperant que els donessin indicacions.
Aquí sí que vam poder treballar una mica: Pere, fent fotos, i jo, preguntant als figurants, alguns d’ells actors aficionats. També hi havia alguns propietaris de gallines i altres animals que després apareixerien en la pel · lícula. I crec recordar que un parell d’ajudants de direcció espanyols que coordinaven amb megàfons la coreografia. Vaig arribar a colar-me discretament a l’interior de l’estació, on un parell de rètols indicaven Iskenderun, perquè Spielberg encara no havia arribat. Però poc després ens farien fora de la zona.
Vam fer l’únic possible en aquell moment: vam donar un tomb i ens vam acostar a unes casetes que estan just davant de la plaça de l’estació.

Vam trucar una porta i li vam explicar a una veïna si podia deixar-nos veure el rodatge des del balcó. La dona va ser tan amable, que ens va permetre estar en el seu saló fins que van acabar de rodar diverses escenes, passada ja l’hora de dinar. I res d’obrir de bat a bat les finestres per fer fotos: amb la persiana baixada i tirats a terra, espiant.
Va ser llavors quan vam poder veure a Steven Spielberg. Va deixar en mans dels seus ajudants els moviments dels figurants i es va limitar a dirigir als actors principals, el gran Denholm Elliott, que feia de Marcus Brody i que moriria el 1992, i el no menys gran John Rhys-Davies com Sallah. Va parlar amb ells, els va donar instruccions, va explicar al segon com enganxar al tipus de la Gestapo que li demana els papers, i al primer cap a on córrer.
Tot això ho vam veure amagats, espiant des de la finestra d’aquesta caseta que es veu en la captura de pantalla que teniu més amunt. I amb el teleobjectiu vam poder prendre aquesta i altres moltes fotos que van servir, per fi, per il · lustrar el reportatge que us citava i convèncer els nostres caps i que havíem estat treballant en aquell viatge, i no gastant alegrement els diners de l’empresa, una sospita eterna quan un periodista surt de viatge.

Espiando a Spielberg (2)

El reportaje sobre Steven Spielberg del que os hablaba ayer mismo lo publicamos en El Periódico el 5 de junio de 1988. Tenía dos páginas, unificadas bajo el epígrafe de «El rey Midas del cine, en Andalucía«. La primera era «Spielberg finaliza el rodaje español de Indiana Jones» y la segunda, «Guadix se transforma en la ciudad turca de lskenderun», que podéis leer tranquilamente en PDFs.
Os había dejado ayer con Sean Connery a mi lado, en la recepción del Parador de Mojácar. Ni Pere Monés, el fotógrafo, ni yo nos habíamos dado cuenta hasta ese momento en que comenzaron a entrar todos los miembros del equipo alojados en el hotel.
Al cabo de unos instantes llegó Harrison Ford y al rato, el propio Steven Spielberg.
No recuerdo muy bien cómo fue la cosa, pero la gente del Parador nos dejó campar a nuestras anchas por la parte de acceso común, siempre y cuando no molestáramos a sus clientes y no entráramos en la zona de habitaciones.
Y así lo hicimos. Al poco rato vimos a mismísimo Indiana Jones duchado y vestido con ropa informal, paseando con la que entonces era su esposa, Melissa Mathison, amiga de Spielberg y guionista de ET.
Ford era también un tipo alto, como Connery, y también estaba cuadrado. Se le veía feliz con su mujer y ambos empujaban un cochecito. Supongo que se trataba de su hijo Malcolm, que había nacido el año anterior.
La gente del cine, cuando trabaja, no está para muchas fiestas. Por el bar del hotel no vimos aparecer ni a Connery ni a Spielberg. Al día siguiente todo el mundo se levantaba pronto.
En nuestro caso, teníamos que volver al hotel de Granada en que estábamos alojados y recuerdo que estábamos tan cansados que, conduciendo, tuve un despiste y casi nos empotramos con un camión. Pere tiró del volante y volvimos a nuestro carril. Uf.
Caímos dormidos a las tantas con la idea de regresar a primera hora de la mañana a Guadix, donde nos habían soplado que se iba a rodar una de las escenas de extras más importantes: la de la llegada a Iskenderun del el doctor Marcus Brody, el amigo de Indiana Jones, para encontrarse con Sallah y reunirse después con el aventurero.
Unas semanas antes ya había fotografiado la máquina de tren que veis en esta entrada, que Renfe le alquiló al cineasta para dar ambiente de época.
De paso, queríamos ver el supuesto puesto fronterizo centroeuropeas por donde cruzan Indiana Jones y su padre en moto con sidecar (van hacia Berlín para recuperar el diario), y que se rodaba a pocos kilómetros, en las montañas de Granada.
Cuando llegamos, ya se había marchado todo el equipo… y nos dijeron que aquello lo había rodado una segunda unidad, que la principal estaba en una playa, filmando la escena de Connery y los pájaros. No me encajan las fechas, pero nos quedamos con un palmo de narices.
Teníamos que llegar a Guadix e intentar aprovechar el tiempo. Hasta ese momento no teníamos nada importante entre manos y nuestros jefes estaban impacientes. Además, teníamos el vuelo previsto para última hora de la tarde y no podíamos perderlo.

El reportatge sobre Steven Spielberg del que us parlava ahir mateix el publiquem a El Periódico el 5 de juny de 1988. Tenia dues pàgines, unificades sota l’epígraf de «El rei Mides del cinema, a Andalusia». La primera era «Spielberg  finalitza el rodatge espanyol d’Indiana Jones» i la segona, «Guadix es transforma en la ciutat turca d’Iskenderun», que podeu llegir tranquil·lament als PDFs.
Us havia deixat ahir amb Sean Connery al meu costat, a la recepció del Parador de Mojácar. Ni Pere Monés, el fotògraf, ni jo ens havíem adonat fins aquell moment en què van començar a entrar tots els membres de l’equip allotjats a l’hotel. Al cap d’uns instants va arribar Harrison Ford i l’estona, el mateix Steven Spielberg.
No recordo molt bé com va anar la cosa, però la gent del Parador ens va deixar campar a gust per la part d’accés comú, sempre que no molestéssim als seus clients i no entréssim a la zona d’habitacions.
I així ho vam fer. A la poca estona vam veure mateix Indiana Jones dutxat i vestit amb roba informal, passejant amb la que llavors era la seva dona, Melissa Mathison, amiga de Spielberg i guionista d’ET.
Ford era també un tipus alt, com Connery, i també estava quadrat. Se’l veia feliç amb la seva dona i dos empenyien un cotxet. Suposo que es tractava del seu fill Malcolm, que havia nascut l’any anterior.
La gent del cinema, quan treballa, no està per a moltes festes. Per al bar no vam veure aparèixer ni a Connery ni a Spielberg. Al dia següent tothom s’aixecava aviat.
En el nostre cas, havíem de tornar a l’hotel de Granada en què estàvem allotjats i recordo que estàvem tan cansats que, conduint, vaig tenir una distracció i gairebé ens empotramos amb un camió. Pere va tirar del volant i vam tornar al nostre carril. Uf.
Vam caure adormits a les tantes amb la idea de tornar a primera hora del matí a Guadix, on ens havien bufat que s’anava a rodar una de les escenes d’extres més importants: la de l’arribada a Iskenderun del doctor Marcus Brody, el amic d’Indiana Jones, per trobar-se amb Sallah i reunir-se després amb l’aventurer.
Unes setmanes abans ja havia fotografiat la màquina de tren que veieu en aquesta entrada, que Renfe li va llogar al cineasta per donar ambient d’època.
De passada, volíem veure el suposat lloc fronterer centreeuropees per on creuen Indiana Jones i el seu pare en moto amb sidecar (van cap a Berlín per recuperar el diari), i que es rodava a pocs quilòmetres, a les muntanyes de Granada.
Quan vam arribar, ja havia marxat tot l’equip … i ens van dir que allò ho havia rodat una segona unitat, que la principal estava en una platja, filmant l’escena de Connery i els ocells. No em encaixen les dates, però ens vam quedar amb un pam de nas.
Havíem d’arribar a Guadix i intentar aprofitar el temps. Fins aquell moment no teníem res important entre mans i els nostres caps estaven impacients. A més, teníem el vol previst per a última hora de la tarda i no podíem perdre.

Espiando a Spielberg (1)

El reportaje sobre Steven Spielberg del que os escribía el otro día tuvo su continuación en tres noticias y un reportaje: la primera, «Spielberg adelantará a finales de abril su rodaje en España», publicada el 2 de abril; la segunda se refería al alquiler del antiguo tren que aparece en la película, «Renfe rebajará a Spielberg el alquiler de todo un tren», y la tercera,  «Steven Spielberg rueda ya en Almería Indiana Jones 3», publicada el 18 de mayo. Y ahora hace justo 25 años, el 5 de junio de 1988, publicamos un amplio reportaje del rodaje, en dos páginas, unificadas bajo un epígrafe que decía «El rey Midas del cine, en Andalucía«. Hoy os explicaré algunas cosas más.
Seguir una noticia a lo largo de los meses es algo que sólo los grandes medios puede permitirse. La frase es cierta a medias, porque hay noticias más próximas que son seguidas con resultados espectaculares por compañeros de ámbito local y que afectan a nuestras vidas y a las de nuestros lectores de forma más directa.
Lo de Spielberg era fruto de mi cabezonería y de la visión popular de mi diario. El director norteamericano siempre ha sido uno de mis favoritos y mi propia dedicación al cine me impulsaba a seguir todo lo que hacía, a ver si se me pegaba algo…
Bromas aparte: tenía un buen tema entre manos y no quería soltarlo. Y el diario también había enviado un par de años antes a un compañero al rodaje de El imperio del sol en Trebujena (Cádiz), con lo que ahora repetía la apuesta.
Lo cierto es que un buen fotógrafo, Pere Monès, y yo mismo fuimos enviados a intentar captar algún momento del rodaje de Indiana Jones 3 en las localizaciones previstas en Almería y Granada.
Llegamos al aeropuerto de Granada una mañana, tomamos un coche de alquiler y fuimos lo más rápido que pudimos hacia Mojácar, a unos 200 kilómetros, pero con parada previa en Tabernas.
Preguntamos a quien pudimos dónde estaban rodando la película y fuimos a desembocar en un pequeño aeródromo donde se filmaban las escenas del avión que atacaba a Indiana Jones y a su padre, o sea, a Harrison Ford y a Sean Connery.
No nos dejaron acercarnos lo suficiente y tuvimos que dar un enorme rodeo antes de poder ver algo. Y era poco.
Cuando nos cansamos, decidimos esperar al equipo en el Parador de Mojácar, donde nos habían soplado que se alojaban el director y los actores principales.
Recuerdo que mientras preguntaba al conserje por el tema, oí una voz profunda a mi lado pidiendo la llave de su habitación. Y entonces me di cuenta que el tiarrón con los brazos como mis piernas, que me sacaba más de un palmo, era Sean Connery.
Bueno… mañana os sigo explicando más cosas.

El reportatge sobre Steven Spielberg del que us vaig escriure l’altre dia va tenir la seva continuació en tres notícies i un reportatge: la primera, «Spielberg  avançarà a final d’abril el seu rodatge a Espanya», publicada el 2 d’abril, la segona es referia al lloguer l’antic tren que apareix a la pel·lícula, «Renfe rebaixarà a Spielberg el lloguer de tot un tren», i la tercera, «Steven Spielberg roda ja a Almeria Indiana Jones 3», publicada el 18 de maig. I ara fa just 25 anys, el 5 de juny de 1988, publiquem un ampli reportatge del rodatge, en dues pàgines, unificades sota un epígraf que deia «El rei Mides del cinema, a Andalusia». Avui us explicaré algunes coses més.
Seguir una notícia al llarg dels mesos és una cosa que només els grans mitjans es pot permetre. La frase és certa a mitges, perquè hi ha notícies més properes que són seguides amb resultats espectaculars per companys d’àmbit local i que afecten les nostres vides ia les dels nostres lectors de forma més directa.
El de Spielberg era fruit de la meva tossuderia i de la visió popular del meu diari. El director nord-americà sempre ha estat un dels meus favorits i la meva pròpia dedicació al cinema m’impulsava a seguir tot el que feia, a veure si se m’enganxava alguna cosa …
Bromes a part: tenia un bon tema entre mans i no volia deixar-lo anar. I el diari també havia enviat un parell d’anys abans a un company al rodatge de L’imperi del sol a Trebujena (Cadis), amb el que ara repetia l’aposta.
La veritat és que un bon fotògraf, Pere Monès, i jo mateix vam ser enviats a intentar captar algun moment del rodatge d’Indiana Jones 3 en les localitzacions previstes a Almeria i Granada.
Arribem a l’aeroport de Granada un matí, agafem un cotxe de lloguer i vam anar el més ràpid que vam poder cap a Mojácar, a uns 200 quilòmetres, però amb parada prèvia a Tavernes.
Preguntem a qui vam poder on estaven rodant la pel·lícula i vam anar a desembocar en un petit aeròdrom on es filmaven les escenes de l’avió que atacava a Sean Connery i Harrison Ford.
No ens van deixar apropar prou i vam haver de donar un enorme marrada abans de poder veure alguna cosa. I era poc.
Quan ens cansem, vam decidir esperar a l’equip al Parador de Mojácar, on ens havien bufat que s’allotjaven el director i els actors principals.
Recordo que mentre preguntava al conserge pel tema, vaig sentir una veu profunda al meu costat demanant la clau de la seva habitació. I llavors em vaig adonar que el tiarrón amb els braços com les cames, que em treia més d’un pam, era Sean Connery.
Bé… demà us segueixo explicant més coses.

© 2024 Txerrad@s

Tema por Anders NorenArriba ↑