Nuestro buen amigo El Druida nos dejó ayer.
Una de las últimas canciones que nos dedicó era del disco Born to run, de Bruce Springsteen… frase que, al mismo tiempo, le describía muy bien: nacido para correr.
Otra fue La plage, de Yann Tiersen, quizá como despedida.
Una de las personas que más le quería, ha escrito lo siguiente, en su Facebook.
Su alma viajera marchó buscando horizontes nuevos.
Su espíritu quedó con todos nosotros.
Su sonido será el del viento meciendo las hojas de los árboles.
Su luz iluminará atardeceres rojos.
Su fuerza moverá el mar de su Bretaña.
Su color renacerá cada dia en las flores de la primavera, los dorados del verano, los ocres del otoño y la nieve del invierno.
Su presencia se mostrará con lenguaje de guitarras y violines.
Su ser permanecerá formando parte de todos los que lo quisimos y seguiremos queriendolo.
Cuando las gotas del rocío mojen nuestras mejillas, nos asomaremos al balcón de su mirada serena y profunda, espejo de su bella alma.