En su gira de hace unos meses por diferentes países, Carles Puigdemont intervino en una conferencia internacional en las Islas Feroe para hablar de autodeterminación y del ‘procés’ catalán, siendo recibido por varias autoridades feroesas, que le hicieron causa común. Quizá por todo ello, el ‘ex-president’ debió pensar en la existencia de ciertas similitudes entre Catalunya y esa Ítaca del norte, que también visitará la selección española de fútbol a primeros de junio. Este reportaje ha sido publicado inicialmente en el diario digital Catalunya Plural.
Fue en octubre pasado cuando el ‘expresident’ de la Generalitat visitó las Feroe, un archipiélago perdido en el oceáno Atlántico norte, a medio camino entre Noruega e Islandia, que se ha empezado a poner de moda como destino turístico. Se trata de un pequeño paraíso verde formado por 18 islas montañosas, con mucha hierba pero sin un árbol, donde disfrutan tanto los senderistas como los amantes de la naturaleza y de los pájaros marinos. Es un país autónomo dentro del Reino de Dinamarca.
De estas ‘islas de los corderos’ (traducción de su nombre, Føroyar o Færøerne, en danés), donde casi hay más ovejas que personas, poco se sabía hasta hace poco, salvo por las goleadas que suele sufrir su selección de fútbol de tanto en tanto, y eso que ha tenido seleccionadores tan destacables como Allan Simonsen, a finales de los años 90 y, actualmente, Lars Olsen, uno de jugadores que ganó la Eurocopa 92 con Dinamarca.
El combinado de Luis Enrique, que vuelve a visitar el archipiélago donde fue autor del primer gol de la Roja en un encuentro celebrado en septiembre de 1996 y en que los españoles les endosaron un 2-6 a los feroeses, tiene una cita el próximo día 7 de junio en partido clasificatorio para la Eurocopa 2020. Un buen momento para viajar a estas islas, que tienen poco más de 50.000 habitantes, de los que casi un 40% reside en el área urbana de la capital, Tórshavn.
Aún bastante virgen para el turismo de masas (como otros países nórdicos, no son nada baratas y usan la corona danesa como moneda), hay muy pocas agencias de viajes especializadas en ellas, como Boreal Travel y Tierras Polares, que acostumbran a incluirlas junto a Islandia, Groenlandia y Noruega, más de moda. Tampoco hay guías específicas en castellano, que las suelen incluir dentro de las dedicadas a los países nórdicos, dentro del apartado danés
Pues bien, este escenario salvaje, lleno de acantilados y donde el viento y la lluvia campan a sus anchas, fue el elegido por Carles Puigdemont para una conferencia, el pasado mes de octubre.
Había sido invitado por el Partido Republicano (Tjóðveldi), una formación de izquierdas independentista, tercera fuerza política del país desde las elecciones generales de 2015. Forma parte del Gobierno tripartito de coalición, junto con el Partido Socialdemócrata (mayoritario) y el Partido Progresista.
Eso sí, Puigdemont fue recibido por el viceprimer ministro de las islas, Høgni Hoydal, el titular de Exteriores, Poul Michelsen, y el presidente del Parlamento, Páll á Reynatúgvu. El tuit de Josep Lluís Alay daba fe.
Conversa llarga i en profunditat a Tórshavn sobre els processos independentistes a Catalunya i les Illes Fèroe del President Puigdemont @KRLS amb el seu vice primer ministre, Høgni Hoydal, i el ministre d’afers exteriors, Poul Michelsen #RepúblicaCatalana pic.twitter.com/kFKrQAizED
— Josep Lluís Alay 🎗 (@josepalay) 11 de octubre de 2018
Pero, ¿es comparable la situación feroesa con la de Catalunya? Aparentemente no. El grado de autonomía es enorme, pero también hay una parte de la población que piensa en la idea de ser independientes, de la misma forma que un amplio porcentaje de catalanes. Las Feroe no pertenecen a la Unión Europea por deseo propio: “Decidieron no entrar, al contrario que Dinamarca, en 1973”, recuerdan. No hay que olvidar que su política pesquera, base de su economía, causa polémica debido a las periódicas matanzas de ballenas piloto que pasan por sus aguas. Una tradición que los feroeses se niegan a abandonar.
La población feroesa vive bien dentro de Dinamarca y su autonomía es tan amplia que únicamente tiene unos poco límites: “Según la Ley de Gobierno Local (1948) y la Ley de Transferencia de Competencias (2005), las autoridades de las Feroe tienen las competencias en casi todas las áreas que regulan el día a día de los ciudadanos feroeses y tienen la posibilidad de obtener más competencias progresivamente cuando lo deseen, salvo en áreas como la gestión del Estado, ciudadanía, la Corte Suprema, política exterior, de seguridad, de defensa y monetaria”, explican desde la embajada danesa en Madrid.
¿Cómo se ve esto desde el archipiélago? Un portavoz del Ejecutivo feroés, que prefiere no ser citado directamente, asegura: “Por mi conocimiento de la situación en Catalunya, no creo que nuestra situación política sea comparable”.
Y se refiere a varios aspectos de la actual Constitución feroesa: “Desde 1948, las Islas Feroe han asumido la responsabilidad legislativa y administrativa de una amplia gama de áreas, incluyendo la conservación y gestión de los recursos marinos, la protección del medio ambiente, los recursos del subsuelo, las relaciones comerciales externas, la política financiera, la regulación empresarial, los impuestos y aduanas, la energía, transportes y comunicaciones, la preparación para emergencias, la seguridad social, la cultura, la educación y la investigación”.
Para el Ejecutivo danés sigue siendo muy importante mantener su unión con las Islas Feroe y Groenlandia. El primer ministro de Dinamarca, Lars Løkke Rasmussen, lo ha dicho repetidas veces: “Nuestro Gobierno promueve una colaboración moderna y constructiva donde se pueda profundizar aún más en temas de interés mutuo, respetando siempre la diversidad en las diferentes partes del reino de Dinamarca.”
Eso sí, el Gobierno danés respeta el deseo de ambos de tener sus propias constituciones, pero al mismo tiempo — subrayan las mismas fuentes– estas constituciones (incluido el derecho a una potencial independencia) tienen que “caber dentro del marco del reino y no pueden crear inseguridad sobre el estatus constitucional de las Islas Feroe y Groenlandia” dentro de Dinamarca.
Como se ve, la cuestión de una posible independencia también les preocupa: “Es un tema que se decidiría por los pueblos de las Islas Feroe y Groenlandia. El Ejecutivo danés respetaría tal decisión, pero también la lamentaría. Nuestro Gobierno respeta la visión de tener un estado independiente, pero aunque Dinamarca sea un estado soberano, cada vez es más dependiente del mundo que le rodea y el Gobierno está convencido de que Dinamarca, las Islas Feroe y Groenlandia, también en el futuro, serán mucho más fuertes juntos que cada uno por separado”.
Como casi siempre, y en esto Catalunya no es una excepción, las relaciones económicas entre el centro de poder, en Dinamarca, y la periferia, las Islas Feroe y Groenlandia, marcarán las relaciones. Cuanto más dinero fluya desde la metrópoli (las cantidades destinadas parecen haber disminuido) y mejor sea la situación en esos territorios, menos subirán las ansias independentistas de sus ciudadanos.
Lo cierto es que el referéndum constitucional que estaba previsto para el año 2018 y que debía incluir la posibilidad de la autodeterminación de las Islas Feroe está aplazado ‘sine die’. “El Gobierno actual ha estado en el poder durante casi cuatro años y es el mismo Ejecutivo que quiso celebrar el referéndum, pero este se ha ido posponiendo varias veces y se ha retirado de la mesa. Está previsto que haya nuevas elecciones generales en septiembre de este año, como muy tarde”, señalan. Como en el caso catalán y español, los comicios dibujarán el nuevo panorama.