Concursar en la red no es fácil (y fuera, tampoco).
Hace un par de días recibí una nota de Sílvia Bel (la poeta, no la actriz) en la que se quejaba del escaso control que se tiene sobre el número de votos que se emiten y computan en este tipo de concursos. Se refería a un vídeo sobre las TIC (tecnologías de la información y la comunicación) y la mujer, que han presentado a Femitic, un concurso de vídeos de Mujeres en la red y que consideran amañado. En este enlace ella os lo explica detalladamente.
Hoy mismo se cerraba el proceso de votación de los premios Bitácoras 2010 de este año, al que no me he presentado (total, ¿para qué?) y la lista es inmensa. Sólo en el apartado de blogs personales hay chiquicientosmil. La primera clasificación parcial, recogida por La Información, es esta:
Los Sin-logismos de Bugman, PisitoenMadrid, Diario de un Pixel, Ikublog, Frikis, Crónicas de una cámara, El último blog, La brújula verde, Nihon mon amour, Save The Geek, Balovega, ThinkWasabi, En modo esponja, lqsmc, Blog de un MiniBicho, Un Cafelito a las Once, Un Mundo Perplejo…
Y hay más, como los 20Blogs que premia cada año el diario 20 minutos y que este año ha ganado Gemablog. Todo un universo… y como tal, inabarcable.
Si me aplico el cuento, a mi me ha pasado algunas veces. Puedo citar los Premios Blocs Catalunya del STIC, creo que fui votado por una docena de personas. Uf. Es duro, la verdad.
Luego compruebas, además, que los jurados se decantan cada vez más por bitácoras mejor trabajadas y cuentan con más medios. La dedicada al Espai Internet de TV-3 me parece un ejemplo de todo ello, loable, porque lo hacen muy bien, pero se trata de una web en la que trabajan unos cuantas personas.
En este sentido, me da la sensación de que vamos hacia una profesionalización de los blogs. En el caso del STIC creo que este año lo han controlado algo mejor, pero no deja de ser algo frustrante que la calidad de un trabajo y su supervivencia dependa al final de los votos amigos.
Exponer tu idea, tu proyecto, tu blog en un foro de desconocidos puede dar lugar a resultados desastrosos.
Lo cierto es que me lo tomo con filosofía. Pero es que mi idea de participar se aleja de la competir y se acerca a la de compartir, porque siempre acabo encontrando mejor lo que hacen los otros… y no se trata de un problema de autoestima. ¿Cómo lo véis vosotros?