El sábado pasado os citaba una iniciativa ciudadana, una buena campaña publicitaria con rostros conocidos, con un lema que es toda una declaración de principios: Esto solo lo arreglamos entre todos.
Pero este país es como es, y cuando nace una opción surgen cinco más en contra.
Y como el humor pone las cosas en su sitio, mi amigo Jordi, que siempre está a la que salta, me acaba de pasar esta otra web: Esto solo lo arreglamos sin ellos.
Una vez dentro del sitio, en el apartado ¿Quienes somos?, explican:

Antes de nada deberíamos deciros quiénes NO somos.
No somos pagados de una gran empresa. No estamos a sueldo de ninguna organización de empresarios. No nos llenan el bolsillo por esta web ni Telefónica, ni las Cámaras de Comercio. No somos Iberia, ni El Corte Inglés, BBVA, Banco Santander, La Caixa, Caja Madrid, Repsol, Cepsa, Endesa, Iberdrola, Red Eléctrica, Mapfre, Renfe, Abertis, Mercadona, Indra, ni la patronal de la construcción, Seopan. No tenemos nada que ver con ellos. Al contrario, creemos que si hay que buscar culpables a toda esta situación, es entre esos nombres. Porque sabemos que esto lo arreglaremos cuando acabemos con ellos.

Inciso. Buena parte de estas empresas pagan la campaña de la que os hablaba al inicio. Sigamos.

¿Quiénes somos? Somos trabajadores y parados, como tú. Somos los que se están tragando la crisis mientras que la gran empresa y la banca siguen embolsándolse beneficios, aprovechándose de currantes temerosos del paro y encargando a estudios de diseño que preparen páginitas para motivarnos, para seguir ganando dinero a nuestra costa. Porque no te engañes, eso es lo único que quiere esta escoria: más beneficios.
Somos trabajadores conscientes, y nos toca la moral ver cómo los que nos quitan el pan y nos explotan se ríen en nuestra cara. Somos su enemigo. Somos los que se han dado cuenta que lo que necesitamos de verdad para salir de esta crisis y de todas las que vengan, producto de un sistema económico injusto y explotador, es una sóla cosa: que se vayan todos.
Ahora bien, nosotros no te vamos a decir que hacer. No somos del poder. Si alguien va a tener que cerrarles la puerta en la cara a los mafiosos que te obligan a vender tu cuerpo y mente por un salario, ese eres tú.

Es otra opción y quizá tengan razón, pero la frase final no me ayuda a saber qué puedo hacer, qué podemos hacer, para que todos salgamos adelante.