A la Pilar Rahola polemista y televisiva a veces se la ama y otras se la odia… Es su sino, como a veces le dice su jefe, Josep Cuní, en El matins de TV-3.
La Rahola articulista de prensa a veces sorprende y otras, como ayer, en el diario El País, emociona.
El artículo, titulado Con el alma danzando en la percha, es quizá lo más intenso y personal que le he leído hasta ahora.
Es una carta de amor y amistad hacia una amiga que ha perdido a su padre. Es un texto que intenta explicar qué es la tristeza, el dolor, el cariño, la comprensión…
Una carta que, como escribe la autora, «sólo es el relato de mi impotencia (…) Por eso estoy aquí, enhebrando la aguja de los sentimientos en el frío ordenador que me contempla, con la esperanza de conseguir que una palabra de consuelo te alcance.»
Sentimientos que, cuando llegan, nos desbordan y surgen a borbotones….