No es que sea yo muy patriota, en general. Ni me entusiasman las banderas. Por no hacer, no hice ni la mili.
Los salvapatrias me causan honda preocupación y quienes vociferan contra el otro me dan terror.
Siempre me ha gustado viajar y en el viaje y la visita a otros lugares he encontrado culturas que me han enriquecido.
Y cuando visito otros países y culturas, intento mimetizarme y hablar, al menos, algunas palabras de las personas que me acogen. No me imagino a nadie, en Francia o en Portugal, por poner el ejemplo de nuestros dos vecinos, exigiéndoles a franceses o portugueses que nos hablen en español.
Hace más de 30 años que llegué a Catalunya. Y en este tiempo he aprendido a estimar esta tierra y a entenderla. A hablar en catalán, sin dejar de hacerlo en castellano, porque yo venía del País Vasco y en mi famiila abundan los castellanos. Saber, conocer, entender otras culturas, hablar uno, dos, cinco idiomas es de una gran riqueza.
Para mi, la convivencia se basa en la tolerancia. Y no entiendo la intolerancia de quienes desde fuera de esta tierra se empeñan en imponer un único idioma, una única cultura, despreciando, menospreciando la lengua que ignoran.
No és que sigui jo molt patriota, en general. Ni m’entusiasmen les banderes. Per no fer, no vaig fer ni la mili.
Els salvapàtries em causen profunda preocupació i els que escridassen els altres em fan por.
Sempre m’ha agradat viatjar i en el viatge i la visita a altres llocs he trobat cultures que m’han enriquit.
I quan visito altres països i cultures, intento mimetitzar-me i parlar, si més no, algunes paraules de les persones que m’acullen. No m’imagino a ningú, a França o a Portugal, per posar l’exemple dels nostres dos veïns, exigint-los a francesos o portuguesos que ens parlin en espanyol.
Fa més de 30 anys que vaig arribar a Catalunya. I en aquest temps he après a estimar aquesta terra i a entendre-la. A parlar en català, sense deixar de fer-ho en castellà, perquè jo venia del País Basc i en la meva família hi abunden els castellans. Saber, conèixer, entendre altres cultures, parlar un, dos, cinc idiomes és d’una gran riquesa.
Per a mi, la convivència es basa en la tolerància. I no entenc la intolerància dels qui des de fora d’aquesta terra s’entesten a imposar un únic idioma, una única cultura, menyspreant la llengua que ignoren.
Estoy de acuerdo contigo en que en la vida, cuanto menos, hay que ser tolerante…
Soy castellana, de esa Castilla vieja y profunda, amo a mi tierra y amo a España.
Llevo años veraneando y conociendo Cataluña y jamás me ha importado que hablen catalán; creo que sus costumbres y sus tradiciones enriquecen nuestro país, como cualquier otra comunidad autónoma (unas más y otras menos). Pero no me gusta su ansia de independencia… No me gusta que un catalán diga que es catalán pero no español… Lo respeto, pero no me gusta… Yo soy, primero, musina; luego, vallisoletana; luego, castellana, y además, española, y luego, europea y ciudadana del mundo…
Pero no rechazo ni me avergüenzo de mi pais… Tampoco soy amante de banderas, pero cuando has vivido fuera de España te emociona ver una de tu país…
Con todo mi cariño.
Muchíiiiiisimos abrazos.