Por regla general, suelo leer varios diarios. Lo hago en diagonal, por si hay alguna noticia interesante para mi trabajo. Pero como muchas veces estoy muy atareado y no me da tiempo a hacerlo al día, suelo leer los reportajes que me interesan con cierto retraso… a veces, días más tarde.
Eso también me permite distanciarme de la actualidad diaria y comprobar que ciertos textos, bien escritos, resisten el paso del tiempo y resultan interesantes por sí mismos.
Es en esos momentos en los que el periodismo se acerca tanto a la literatura, que se funde con ella.