Los mangantes están a la que salta y no desaprovechan nada… Son listos y rápidos…
Esta mañana, mientras esperaba que unas chicas envolvieran unos regalos que había comprado en la Fnac de la plaza de Catalunya, en Barcelona, un joven se ha llevado la hucha con los donativos que la gente deja allí para una ONG.
Ha distraído a la voluntaria que atendía la parada y ha aprovechado un momento en que ella se ha girado de espalda para huir con los cuatro euros que había en el interior de la cajita.
Tan impresentable como cuando los ladrones se llevaban el cepillo de la iglesia.
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