La información la veréis hoy en muchos medios de comunicación, con este titular: «Al 70% de los internautas le cuesta distinguir un bulo de una noticia fiable».
Un buen titular que capta la atención, ¿no?

Sigamos con los subtítulos:

Cerca del 70% de los encuestados señala a los foros y al correo electrónico como los principales canales de propagación de rumores en la red. Para los encuestados, los bulos sobre política, productos de alimentación y peligros para la salud son los más extendidos, los más fácilmente reenviables y los de mayor éxito en la red.

Todo ello procede del segundo informe sobre este tema, elaborado por la Asociación de Internautas. No es un tema nuevo. Por ello, lo que me parece más útil de todo ello es la parte que dedican a combatir la ignorancia que aún tenemos todos sobre la transmisión de bulos a través de la red, los famosos hoax, en sus siglas inglesas.

Los bulos…
– Carecen de fecha de publicación y están redactados de la manera más atemporal posible para que pervivan el máximo tiempo circulando en la red.
– Son anónimos, no citan fuentes, ya que carecen de las mismas, y no están firmados para evitar repercusiones legales.
– Contienen un gancho para captar la atención del internauta. El éxito del bulo residirá en cuanto morboso, monetario o generador de miedo sea su gancho.
– Normalmente solicitan ser reenviados para alertar a otras personas, para evitar mala suerte, para evitar la muerte o cualquier otro motivo. El objetivo de esta petición de reenvío reside en captar direcciones IP, crear bases de datos, realizar posteriores campañas de SPAM o simplemente difundir la información falsa el máximo posible.

Un buen web argentino sobre este tema es por ejemplo, Rompecadenas, así como Virus attack y Snopes, en inglés.