En casa sabemos que llega la Navidad porque:
1. Empiezan a llegar felicitaciones, a las que respondemos casi siempre tarde.
2. Los espacios de carácter solidario inundan las teles y las radios. Es un buen momento para hacer donativos: desgravan en Hacienda. 
3. Se encienden miles de bombillas de colores sin que haga puñetera falta. Puro despilfarro energético.
4. La concejala más progre de Barcelona se empeña en comprar arbolitos llenos de lucecitas, falsos y feísimos, pero, eso sí, argumentando que son más ecológicos y sostenibles.
5. Se instalan puestos de artesanía en diferentes lugares de la ciudad. Los más conocidos están en la plaza de la Catedral, en donde está la feria artesana de Santa Lucía, hasta el día antes de Nochebuena, y en la Gran Vía, donde estará la feria de Reyes.
Lo que resulta poco habitual es ver estos puestos aún vacíos.