Hasta no hace mucho, la Wii era una consola de videojuegos a la que no había prestado atención.
Siempre he sido bastante jugón. Y digo siempre, porque puedo remontarme a la época del Spectrum, aparato que mi más jóvenes lectores probablemente no conocerán o recordarán.

O sea, que por mis manos y, luego, con la flagrante excusa de mi hijo y sus amigos, han pasado casi todas las Sony y las Nintendo del mercado. Reconozco que cuando los peques crecen y uno se hace mayor, la excusa deja de existir y también la de jugar. Por eso no he llegado ya a la Xbox de Microsoft ni a la Playstation 3 de Sony. Mis dedos ya no son tan ligeros y hábiles como antes.
Aún así, aún disfruto de las maravillosas imágenes de algunos de los videojuegos que hay en el mercado, como el Assassin’s Creed 2, del que ya os he hablado.
Este rollo viene a cuento de que la Wii se ha convertido en una consola familiar de gran éxito, que suele venir acompañado de campañas de promoción y publicidad previas bien orquestadas por la propia Nintendo…
Por ejemplo, en la nota previa al Día de la Madre decían esto:

Las mujeres españolas ya no piden bolsos y colonias el Día de la Madre. Cada vez son más las aficionadas a los videojuegos, concretamente el 18,4% de la población femenina de nuestro país, según datos de GameVision Europe. La mayoría son mayores de 25 años, juegan todos los días al menos una hora y tienen más de 12 juegos en la estantería de casa, según los resultados de una encuesta realizada por la Universidad Complutense de Madrid en colaboración con Nintendo.

Y en efecto, conozco varios casos en los que han sido los adultos de una casa los que se han visto obsequiados con el regalo de esta consola, convertida en divertido sucedáneo virtual de un gimnasio o un polideportivo, gracias a diversos juegos de ejercicio físico.

Por eso me ha sorprendido encontrar en esa nota, que podéis leer entera la web de Tgusta, la siguiente afirmación:

«¿Quién dijo que el juego favorito de las mujeres es Wii Fit Plus? No te equivoques: ellas se quedan con Mario, el fontanero»

Cuando le pregunté a la colega de Nintendo por esta afirmación, me dijo que los datos se referían a las mujeres mayores de 25 años. ¿Y las mayores de 35 o 40 años? ¿A qué juegan? «De esa franja de edad no tenemos datos», me contestó. Craso error. No saben en Nintendo qué enorme parte del negocio están dejando de la lado, porque esa franja de edad tiene mayor poder económico. Son mujeres que seguramente no juegan a Mario ni a matar marcianos, pero tienen muchos otros juegos que les pueden atraer. Sólo hay que descubrir qué tipo de juegos.