Internet en el móvil

Los chicos de Google acaban de presentar un teléfono móvil, llamado Nexus One, que viene a sumarse a toda esa lista de táctiles de última generación, como muy bien explica mi compañera Sonia Gutiérrez en el reportaje «Google entra de lleno en el sector de los móviles con el Nexus One». De momento sólo se puede comprar en la propia web de Google.
El pasado noviembre, las compañías telefónicas promocionaron gratuitamente el uso de internet en los móviles para ver si nos enganchamos.
Y, en efecto, engancha: jugar en cualquier parte con un dispositivo que te cabe en la mano y te permite navegar, consultar las últimas noticias y el correo, y también escribir tus pensamientos en las redes sociales es muy atractivo.
Incluso he probado Twitter, que mantengo como curiosidad, pero no me termina de gustar como herramienta: unos cuantos caracteres y algún enlace, sin más, no va con mi estilo.
Así que he anulado la conexión a internet via 3G (mantengo la que puede realizarse mediante wifi, gratuita si te enganchas a una red sin hilos).
Y la he cancelado porque, por un lado, encuentro muy pequeñas las pantallitas de estos teléfonos para mis ojos, y por otro, creo que el gasto es excesivo, sobre todo para las economías más bajas: has de sumar cuota mensual, gastos en llamadas y, además, la tarifa de acceso a internet.
En días laborables, puedo esperar unos minutos a llegar al trabajo para acceder a la red y trabajar; y en los días de fiesta, puedo hacerlo desde casa, donde ya pagamos una cuota por el adsl y las llamadas de teléfono.
Sé que hay muchos jóvenes que no usan un teléfono fijo, que su móvil lo es todo, incluso su forma de comunicarse con rapidez con sus amigos. Pero este no es mi caso: si estoy fuera de la empresa y del hogar, puedo vivir sin internet durante unas horas (e incluso días), sin decir dónde estoy y qué hago.