El término de ‘acqua alta‘ se refiere a las mareas altas extraordinarias que afectan a Venecia, Chioggia y otras zonas de la laguna veneciana en algunas épocas del año, entre mediados de otoño y el inicio de la primavera. Las más graves se han producido casi siempre en noviembre, el mes con más lluvia. Es poco habitual que se produzcan en verano, pero también ha ocurrido algunas veces, como en agosto de este mismo 2021.
Los venecianos están tan acostumbrados al fenómeno, que no le dan demasiada importancia. Como cualquier marea, después de la pleamar, ese momento en el que el agua alcanza su máxima altura, llega la bajamar y la normalidad vuelve a la ciudad.
Una serie de fenómenos, como las corrientes marinas, el viento siroco, las bajas presiones atmosféricas y la luna llena suelen coincidir y provocar un incremento de la altura habitual del nivel del mar durante las horas de la marea alta que inunda las zonas más bajas de Venecia, especialmente las de la Piazza San Marco y alrededores.
Por regla general, esas inundaciones son de unos pocos centímetros, duran un par de horas y los venecianos siguen haciendo su vida cotidiana. El ayuntamiento de la ciudad implementó hace décadas una solución bastante sencilla: unas pasarelas de madera peatonales no muy altas (de 50 a 60 centímetros de altura), permiten caminar por encima de las zonas inundadas. Los niños saben que han de salir de casa con unas botas de agua puestas para llegar a la escuela, y los adultos, a sus lugares de trabajo.
Los ‘vaporetti’ siguen prestando su servicio como si tal cosa y los turistas, menos acostumbrados, tienden a usar bolsas de plástico para la basura si tienen que salir de los hoteles donde se alojan o han de llegar a algún sitio antes de que se retiren las aguas. Eso sí, las tiendas de recuerdos hacen su agosto con unas fundas impermeables que se colocan sobre los zapatos.
Según el ayuntamiento veneciano, ‘acqua alta’ es «la marea que supera los 110 cm sobre el cero mareográfico de la Punta della Dogana», que es el nivel de referencia en Venecia desde 1897. En los últimos tiempos, este fenómeno suele darse unas seis veces al año y la marea inunda durante varias horas un 12 % de la ciudad.
En contadas ocasiones se producen unas mareas excepcionales que superan los 140 cm, dando lugar a inundaciones que alcanzan casi el 60 % del centro histórico de la ciudad. Pocas veces se supera esa cifra crítica pero, cuando ocurre, provoca daños importantísimos.
Históricamente, las inundaciones más graves se produjeron la tarde del 4 de noviembre de 1966, con una crecida de 194 cm que afectó a casi la totalidad de Venecia, y recientemente, la noche del 12 de noviembre de 2019, que llegó a 187 centímetros y, como la anterior, anegó prácticamente toda la ciudad.
Cuando existe una previsión de ‘acqua alta’ por parte del Centro Previsioni e Segnalazioni Maree del Comune di Venezia, las autoridades municipales avisan de la llegada de la marea mediante una sirena de alarma. En función de la altura prevista efectúan diferentes toques.
Para proteger a Venecia y otras zonas de la laguna veneciana de estas mareas excepcionales existen unas barreras móviles ancladas en el fondo de las bocas de entrada, que tendrían que bloquear la subida del nivel del mar en esos casos extraordinarios. Forman parte del proyecto Mose (pincha en el enlace para ver el vídeo sobre la historia de las inundaciones y el Modulo Sperimentale Elettromeccanico), puesto en marcha en 2020. Probado con éxito, se utilizó por primera vez el 3 de octubre de 2020 para contener una importante subida de la marea de ese día.