¿Los autores de viajes van al infierno? Hace unos días se supo que Thomas Kohnstamm , un colaborador de las famosas guías de viajes Lonely Planet ha admitido haberse inventado secciones enteras de una guía sobre Brasil. Lo ha hecho en un libro que ha escrito y que aún no ha salido a la venta, pero que con esta adecuada publicidad le dará unos cuantos euros, seguramente.
La editorial ha decidido examinar el contenido de unas guías en las que colaboró Kohnstamm, por si hubiera algún dato falso, ya que su colaborador admite haberse inventado, copiado o plagiado datos de otras guías. La razón: para compensar lo poco que paga la citada editorial.
Y aquí quería yo llegar: ¿es fiable la información que ofrecen las guías de viajes?
Y por extensión: ¿es fiable la información que publican los periodistas?
Cada vez estoy más convencido de que para ser veraz e independiente, admás de ètica, algo que ya se se presupone, a la hora de informar no se puede pasar hambre…
Siempre puede aparecer alguien que te invite a comer o a dormir sólo para que hables bien de su restaurante u hotel.