Esta mañana, al abrir el diario, leía de nuevo noticias sobre la creciente popularidad de Sarah Palin en Estados Unidos, donde esta señora podría convertirse en la nueva vicepresidenta del país…
Algo realmente preocupante, porque hasta ahora, el único Palin conocido por mi era el divertido y comprometido Michael Palin, antiguo componente de los Monty Python.
Pero no era eso de lo que quería hablar, sino de otra asombrosa noticia: la desaparición de una escultura pública, situada en medio de un parque de Barcelona. No era de Picasso o Henry Moore, sino de la artista malagueña Machú Harras, vieja amiga de las hermanas Garrigosa.
Pero la cuestión más preocupante es esta: ¿los chorizos se han llevado la obra Danza por orden del ricachón de turno que les ha encargado la faena o simplemente querían fundir el bronce y sacarse unos eurillos? 
¡Cómo debe tener la autoestima la escultora!