Aprovechando que hoy empieza la 79ª Mostra Internazionale d’Arte Cinematografica di Venezia, que anoche tuvo su preestreno con la proyección de una copia restaurada de ‘Stella Dallas’ (1925), de Henry King, vuelvo a contaros cosas de las películas rodadas en la ciudad de los canales.
Y dado que durante las últimas semanas, la televisión autonómica catalana, TV-3, está emitiendo la integral (en desorden, eso sí) de las películas de James Bond y que la plataforma Prime Video de Amazon las tiene todas, pues es el momento ideal para hablaros de ‘Casino Royale‘ (2006).
Quizá recordaréis que la última vez que 007 pisó Venecia fue en 1979, enfundado en los pantalones de pata de elefante del simpático Roger Moore, que hasta se paseó en góndola por la Piazza San Marco. Pues bien, la tercera visita del agente a la capital veneciana se produjo 27 años más tarde y con el marcado rostro de Daniel Craig. Y, como no podía ser de otra manera, ¡enamorado!
Vayamos al origen. ‘Casino Royale’ es el título de la primera novela de Ian Fleming sobre el famoso espía, publicada en el año 1953. En ella, el Servicio Secreto británico intenta desembarazarse de un banquero llamado Le Chiffre (el Cifra, un apellido muy apropiado), que mueve el dinero de diferentes grupos terroristas internacionales. Para neutralizarlo, intentan hacerle perder todo su dinero en el casino, al que es muy aficionado, enfrentándole a James Bond en una partida de bacarrá (el famoso 21, en el libro, y de póquer en la película).
Quizá los lectores ignoren (salvo los más cinéfilos), que el filme de 2006 fue la tercera adaptación de la novela de Fleming. Tan solo un año después de su publicación, en 1954, la cadena de televisión norteamericana CBS grabó un episodio de 48 minutos para la serie Climax Mystery Theater, con Barry Nelson como Jimmy Bond (¡sí!), convertido aquí en un agente secreto estadounidense, y el gran Peter Lorre como el malvado Le Chiffre.
La segunda adaptación, en clave de comedia, data de 1967 y contó con David Niven como sir James Bond; Peter Sellers como James Bond; Woody Allen como Jimmy Bond y Orson Welles como Le Chiffre. Pese al despiporre y sus tintes surrealistas, vale la pena echarle una ojeada. Ambas se encuentran también en Amazon Prime Video.
El ‘Casino Royale’ de 2006 fue dirigido por Martin Campbell a partir de un guion elaborado por Neal Purvis, Robert Wade y Paul Haggis, y supuso el debut de Daniel Craig como el famoso agente secreto. En un primer momento, al ser elegido para ser 007, muchos fans se enfadaron porque Pierce Brosnan había dejado el pabellón muy alto. Además, muchos críticos añorantes de Sean Connery fruncieron el entrecejo. Pero Craig hizo enmudecer a todos con su trabajo. Y sus posteriores incursiones en el personaje son de lo mejor de la saga.
Pero volvamos a nuestra historia, cuya parte inicial es un lío que os ahorraré: Bond se carga a un tipo en unos lavabos, a un agente corrupto en su despacho, a un terrorista en una embajada (tras una magnifica persecución), liga con la esposa de otro sospechoso y se enfrenta en la esperada partida de casino al malo de turno, Le Chiffre, interpretado por el (pluriempleado) actor sueco Mads Mikkelsen.
Para que 007 pueda jugar con dinerito de verdad, la jefa del espía, M (la gran Judi Dench), envía a la chica de la película, la agente del Tesoro británico Vesper Lynd, a quien encarna la bella modelo y actriz francesa Eva Green. Como los guionistas no le ponen las cosas cosas fáciles a Bond, este casi la palma durante la partida, pasa mil calvarios y se enamora de Vesper.
De esta forma, cuando han pasado ya casi dos horas de peripecias, es hora de que el famoso espía se relaje. Recuperado de sus heridas y tras unos cuantos arrumacos en una playita junto a Vesper, ambos planeas unas vacaciones. ¿Y cuál es la ciudad de los enamorados? Venecia, claro. Y allí entra la pareja a lo grande: ¡en velero! Mientras Vesper maneja el timón del ‘Spirit’, Bond presenta su renuncia a su jefa M por correo electrónico, con San Giorgio Maggiore, la Punta della Dogana, el Campanile de San Marco y el Palacio Ducal de fondo.
Luego, la embarcación se desliza desde el Canal de la Giudecca hacia el Gran Canal. Aquí, los responsables de la película nos marean un poco. Por un lado, parece que por su situación el barco se dirige de este hacia oeste, camino del Puente de la Academia. Pero, a continuación, muestran a Vesper que entrevé a otro de los malos paseando junto al Mercado de Rialto, de lo cual se deduce que el velero está navegando de oeste a este.
Para rizar el rizo, en otro plano vemos de fondo la parada de vaporetto de Sant’Angelo, situada entre los puentes de Rialto y de la Academia. En todo caso, como os podéis imaginar, ningún velero puede pasar por debajo de los puentes venecianos, a no ser que abata el mástil. Y, en efecto, eso tuvieron que hacer los responsables de la película con el ‘Spirit’ para rodar las escenas del barco en el Gran Canal.
Bueno, hago aquí una breve pausa hasta este domingo, cuando os explicaré algunas cosas más de ‘Casino Royale’. Así, volveré a mi cita veneciana y cinéfila dominical.
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