Ya hace tiempo que la publicidad ha ganado y mucho en el terreno de la imaginación.
El famoso espot de la silla de ZP en el Congreso es uno.
El otro anuncio es el de las camisetas de la selección catalana con niños, prohibido por una jueza.
Quizás no se habrían de haber utilizado niños, es cierto, pero también lo es la situación que refleja.
Actualmente, el centro de España no entiende la periferia nacionalista ni los sentimientos que genera.
Hoy, hacia las 19.30 horas, en el Camp Nou, muchísima gente joven, pero también padres de familia y abuelos se han quitado la camiseta, el jersey o la chaqueta para reinvidicar una realidad que va más allá de un partido de fútbol.
Unos sentimientos que hablan de exclusión, pero que no quieren exclusiones. Podemos jugar con la selección estatal española… Ningún problema…
Pero qué problema hay con nuestras selecciones nacionales? Dejen de ponernos la zancadilla, que nosotros no les hemos hecho nada.
Por cierto, ha sido un buen partido, con un empate que ha satisfecho a vascos y a catalanes.