En estas fechas, todas las galerías de arte ponen a la venta obras de precio asequible y tamaño adecuado para que puedan ser adquiridas por nosotros, personas normales y corrientes, y no inversores en busca de hacer dinero.
Los artistas malviven en momentos de crisis, así que es un buen momento para pensar que un dibujo, un cuadro o algún objeto de artesanía puede agradar a quien obsequiamos y, además, nos puede salvar del apuro de no saber qué regalar.
A mí siempre me ha hecho gracia, por su aparente ingenuidad, el arte naíf… Como el de las pinturas que cada año expone la Galería Roglan de Barcelona, que inaugura hoy su 27º Salón Naïf.
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