Hace un par de días, Xavier Trias, el portavoz de Convergència i Unió en el Ayuntamiento de Barcelona, apuntaba –entre otras cosas– la posibilidad de llegar a sancionar de alguna forma a los clientes de las prostitutas para reducir su presencia en las calles y en algunas zonas de la capital catalana.
Es cierto que cada vez hay más en todas partes… También se las ve en algunos puntos kilométricos de nuestras carreteras… y eso que siempre me he preguntado cómo le puede agradar a alguien hacerlo deprisa y corriendo en medio de una carretera o de un camino, dentro o fuera de un coche o de un camión.
¿Pero para erradicar la prostitución no sería mejor dar trabajo a estas personas? Yo aún soy de los que piensan que ninguna mujer se mete en ese oficio por placer…
Llámenme ingenuo.