Esta mañana hemos despedido al amigo Pere Mejías, un excursionista sensacional, un periodista humilde, un hombre bueno. Tenía 71 años.
En este enlace explican algunas cosas más sobre él y su experiencia como transplantado del corazón.

Este poema de Miquel Martí Pol ha servido para decirle adiós.

«Parlem de tu, però no pas amb pena. / Senzillament parlem de tu, de com /
ens vas deixar, del sofriment lentíssim / que va anar marfonent-te, de les teves / coses, parlem i també dels teus gustos, / del que estimaves i el que no estimaves, / del que feies i deies i senties; / de tu parlem, però no pas amb pena. / I a poc a poc esdevindràs tan nostre / que no caldrà ni que parlem de tu / per recordar-te; a poc a poc seràs / un gest, un mot, un gust, una mirada / que flueix sense dir-lo ni pensar-lo.»

Que podríamos traducir al castellano así:

Hablamos de ti, pero no con pena. / Sencillamente hablamos de ti, de cómo / nos dejaste, del sufrimiento lentísimo / que fue fundiéndote, de tus / cosas, hablamos y también de tus gustos, / lo que amabas y lo que no amabas, / lo que hacías y decías y sentías; / de ti hablamos, pero no con pena. / Y poco a poco te harás tan nuestro / que no hará falta ni que hablemos de ti / para recordarte; poco a poco serás / un gesto, una palabra, un gusto, una mirada / que fluye sin decirlo ni pensarlo.»

Un amigo común, Enric, leyó unas líneas en las que nos recordó esa forma de ser suya, esa forma de no querer molestar nunca, incluso para irse…

(si os apetece leer esas líneas, podéis hacerlo en este enlace.)