Desde hace algún tiempo, a nuestro alrededor aparecen numerosos casos de parientes, amigos o conocidos que padecen cáncer, probablemente la enfermedad que más nos mata, aunque luchemos denodadamente contra ella.
Pero el caso adquiere una dimensión especial cuando los enfermos son niños… ¿Cómo le explicas a una criatura de pocos años, que a veces ni siquiera saben hablar, qué le pasa y cómo le quieres curar? Porque, además, en la cura (cirujía y quimioterapia y radioterapia posterior) también hay sufrimiento y malestar, incomprensible para un pequeño.
Un problema, grave, añadido, es la necesidad de que un familiar, generalmente los padres, pueda estar al lado del enfermo sorteando las dificultades laborales y económicas que eso supone.
Una persona muy cercana colabora con una entidad que está trabajando, y mucho, por este tema. Es la Afanoc, la Asociación de Familiares y Amigos de Niños con Cáncer de Cataluña, integrada a nivel estatal en la Federación Española de Padres de Niños con Cáncer.
En su página web (www.afanoc.org), la Afanoc indica que su objetivo es «buscar soluciones al conjunto de trastornos que rodean al cáncer infantil. La larga duración y la dureza de los tratamientos acarrean múltiples problemas a las familias. Desde el momento del diagnóstico se abre un periodo de incertidumbres e inquietudes que solamente pueden superarse con la solidaridad, la comprensión y el apoyo de toda la sociedad».
Seamos solidarios y comprensivos; apoyémosles.