Hacía tiempo que no acudía al rodaje de una película. Este domingo me acerqué a la plaza de Sant Jaume, donde iban a filmar unas escenas de 14 d’abril. Macià contra Companys, un documental con elementos de ficción (o un falso documental, lo llaman ahora).
Os dejo aquí parte de lo que inicialmente escribí para la web del diario El Periódico, y luego sigo. El reportaje en papel era más amplio.
La barcelonesa plaza de Sant Jaume revivió el domingo por la mañana las horas en que Lluís Companys, primero, y Francesc Macià, después, proclamaron la República Catalana el 14 de abril de 1931. Cientos de figurantes arroparon la escena, perteneciente al núcleo de la película , 14 d’abril. Macià contra Companys, una coproducción de Minoria absoluta (los creadores de Polònia) y Televisió de Catalunya (TV-3, la tele autonómica catalana), que esta semana se empezó a rodar en Barcelona a las órdenes de Manuel Huerga, el director de películas como Gaudí, Antártida y Salvador, entre otras
El rodaje de las escenas previstas, que tenía que iniciarse hacia las 10 de la mañana, tuvo que retrasarse unos minutos, porque la lluvia descargó con ligera intensidad sobre el centro de la capital catalana entre las 9.30 y las 10.15. Por ello, aunque la filmación estaba previsto que acabara hacia las 2 de la tarde, lo cierto es que se prolongó casi una hora más.
A esa primera hora, el alcalde Jordi Hereu aprovechó para saludar a los actores, entre ellos los protagonistas, Pere Ponce (como Companys) y Fermí Reixach (como Macià), al igual que haría a última hora el president Artur Mas cuando este último actor evocó el saludo que el Avi dedicó a la multitud congregada en la entonces llamada plaza de la Constitución desde el balcón de la Diputación Provincial, nombre que cambiaría después por el de Palau de la Generalitat.
Cuando llegué a la plaza, acababa de descargar un chubasco y el ambiente era húmedo y frío en todos los sentidos de la palabra. Toni Soler, periodista, historiador, responsable del humor político que triunfa cada jueves en el programa Polònia, de TV-3, miraba nervioso su smartphone para ver la evolución de la tormenta en el radar meteorológico.
Comenté con él la situación e intercambié unas palabras sobre el futuro de nuestra profesión. Más tarde comentaríamos el origen de la película, de la que es guionista e impulsor: los tres días durante los que Catalunya fue una República federal e independiente, dentro del conjunto de los pueblos de España. Eso ocurría el 14 de abril de 1931 y Soler lo ha plasmado en una novela, que espero con impaciencia, y una película que ha rodado Huerga, con la ayuda de Paco Escribano y el resto del equipo de la productora.
Soler me explicó que una de las cosas sobre las que más reflexionado estos días es sobre el paralelismo de aquel 1931 con la de otros catalanistas de otras épocas, incluida la actual, sobre lo fácil que puede ser proclamar la independencia, pero lo difícil que es mantenerla. El nombre de Joan Laporta apareció por un momento como ejemplo de ese espejismo.
Los chicos de Minoria absoluta fueron listos en muchos sentidos. Lograron que cientos de personas se presentaran al rodaje como figurantes de forma gratuita y altruista, para encarnara a los muchos ciudadanos que se acercaron ese día para vitorear a Macià y Companys. Pero, además, miembros del equipo, esos humoristas a los que la gente ha visto en la tele y han oído en la radio, como Manel Lucas, Quim Morales, Xavi Pérez Esquerdo, estuvieron animando al personal voluntario. Y es que un rodaje es algo duro y lento, con muchas horas de espera entre toma y toma.
Poco a poco, las nubes empezaron a aclararse un poco, la cámara quedó instalada en el balcón del consistorio y una enorme bandera republicana volvió a ondear en el mastil del Ayuntamiento. Un extraño sentimiento recorrió los corazones de los presentes mientras algunos turistas y curiosos se preguntaban si España había dejado de ser monárquica.
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