No sé si les habrá pasado a ustedes alguna vez el levantarse a las 4 de la mañana con un enorme dolor de cabeza. A esas horas, mientras intenta que te haga efecto el analgésico de turno, entre cuatro galletas tomadas aprisa para que el estómago no vomite el comprimido, enchufas la caja tonta para pasar el rato.
Es asombroso. Las cadenas públicas aguantan el tipo con informativos o repeticiones, pero las privadas ofrecen todo tipo de concursos a base de llamadas y sms con la promesa de un beneficio inmediato. Claro que también hay otros canales, más pequeños, donde el sexo a distancia es el banderín de enganche. Todo falso, claro está.
Pero, si este tipo de programas abunda, ¿será que en este país somos unos ludópatas y unos obsexos yo aún no me había dado cuenta?