Hace tiempo que se habla de los biocumbustibles, en el sentido de la materia orgánica utilizable como fuente de energía.
La ong Ayuda en Acción acaba de hacer una advertencia a la Unión Europea sobre este tema:

Para llegar a los objetivos de consumo de biocombustibles que propone la Unión Europea sería necesario cultivar un equivalente a más de la mitad del tamaño de Italia, terreno que dejaría de utilizarse para el cultivo de alimentos básicos en los países pobres. Tim Rice, autor del informe Comida o gasolina, dice que «los milagros no crecen de los árboles, ni de cualquier otra planta. El uso de cultivos para conseguir combustible para coches aumenta el hambre y no sirve para ayudar a detener el cambio climático”.

Una reflexión a tener muy en cuenta.