Como es el último día de puente, os sigo explicando algunas cosas de mi viaje veraniego a Irlanda. Si vais un poco hacia atrás, en este mismo blog, hasta el día 21 de noviembre, me había quedado en un Belfast (4), en el que os hablaba y os mostraba algunos murales republicanos. Esta será la última entrada sobre la capital norirlandesa.
Después de ver los murales, nosotros optamos por seguir calle arriba, hacia un restaurante del que nos habían hablado en la oficina de turismo, el Fáilte, un nuevo restaurante y uno de los pocos donde se habla gaélico en la ciudad, pero que no logramos encontrar a la primera. ¡Y es que estaba mucho más lejos de lo que habíamos imaginado en un primer momento!
Entre medio, descubrimos un edificio tan feo como alto, desde donde el ejército británico vigilaba y controlaba los movimientos de los católicos en el barrio oeste; los Garden of Remembrance (jardines del recuerdo) dedicado a las víctimas de las guerras; la catedral católica del barrio y la sede del Sinn Fein, en el número 55 de Falls Road.
Después de un par de idas y venidas a lo largo y ancho de la larguísima calle, y muy hambrientos, vimos salir a una militante del partido independentista irlandés.
Ni corto ni perezoso, me dirigí a la señora y le pregunté por el sitio que nos habían recomendado.
Os puedo asegurar que no he visto mujer más amable: nos acompañó caminando hasta el local, que está en el número 145-147 de Falls Road, justo frente al Hospital Maternal de Belfats, y luego volvió hacia atrás, hacia donde iba antes de que la preguntáramos.
Durante el trayecto, charlamos un ratito de política, naturalmente… pese a que su rapidísimo dialecto inglés hizo que me enterara a medias de todo lo que me decía.
El restaurante, era bueno, agradable y nada caro (un menú de dos platos, siete libras), con pósters dedicados al rugby.
Tras reponer fuerzas, regresamos también andando hacia el hotel, no sin antes dar una vuelta por el campus de la universidad y echar una ojeada al pequeño pero interesante jardín botánico de la capital norirlandesa.
Al día siguiente pensábamos salir hacia Derry, con parada intermedia en la Calzada del Gigante.
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