Por el titular que ustedes leen sobre estas líneas pueden deducir algo inusual en un espacio dedicado a la crítica televisiva: no les hablaré de lo que me disgusta de la programación sino de cosas que creo que merece la pena que vean.

Me explicaré. En la noche del lunes, mientras zapeaba entre los chiquicientos canales de la TDT, e iba pasando de Carmen Maura (La comunidad, TVE-1) a Mel Gibson (Payback, TV-3) y de David Caruso (CSI Miami, Tele 5) a Bruce Willis (Falsas apariencias, La Sexta), sorteando las enormes dosis de publicidad que salían a mi paso, desemboqué casi por casualidad en El 33. Ya saben ustedes que la segunda cadena de Televisió de Catalunya es humilde, que no aspira a grandes audiencias y que por su carácter de canal público ofrece productos que otras teles no osarían emitir nunca. Como le pasa a La 2 de TVE.
Pero retomemos el hilo. Les explicaba que a esas horas, al filo de la medianoche, El 33 emitía el espacio Taller.doc, una iniciativa del departamento de Documentals i Nous Formats de TVC, en colaboración con la productora Paral·lel 40. Se trata de un programa ya veterano, destinado a descubrir trabajos documentales de nuevos realizadores.
El que vi este lunes era En la mirada d’un home comú, dirigido por un joven realizador chileno, José Domingo Rivera, como trabajo final del Master en Documental y Sociedad que cursó en la Escola Superior de Cinema i Audiovisual de Catalunya. Este y otros excelentes trabajos que emite TV-3 y El 33 pueden verse a través de internet, en el 3 a la carta. Son nuevas formas de ver tele: cuando, como y donde el espectador quiere.
El documental dura media hora y habla de la emigración en Nou Barris, un barrio obrero de Barcelona. Lo hace a través de los ojos de Xavi, un cartero y trabajador social del Ateneu Popular, que recorre el barrio y habla con otros vecinos. El filme muestra detalles poéticos, como unos niños que juegan a echarse agua, y también de calado social: Eric, un adolescente, lleva a reparar su vieja bicicleta pinchada a un solar okupado, donde se reúnen otros muchos chicos del barrio. Son casos concretos, retratos certeros de un fenómeno al que no son ajenas grandes ciudades de este y otros países. Rivera va de lo particular a lo universal. Es la esencia del cine.