Cuando caminas por la ciudad, a veces, miras hacia arriba y descubres (o redescubres) un edificio que no habías visto antes o te fijas más en él…

Y a veces, también, miras hacia el suelo y descubres algo pintado.
Es un punto blanco, rodeado de otros puntos más pequeños.
Te acercas y dentro del círculo blanco, hay unas letras negras y debajo, una frase: «Punto de reflexión para donantes de ideas», dice.
Pues sí: quizá sea necesario pararse de vez en cuando, y reflexionar, pensar, meditar, simplemente eso…