Como os anuncié al inicio de este mes, hoy concluyo la serie que he dedicado cada domingo de agosto al viaje que realicé a Costa Rica el año pasado. Espero que os haya gustado y que sirva de algo a otros viajeros.
En este último capítulo me centraré en la última jornada de aquel viaje organizado. Fue al parque de Manuel Antonio e incluyó la visita a unas maravillosas playas donde había iguanas y también monos que birlaban la comida de los turistas.

El 19 de julio del 2008 amaneció radiante. La noche anterior, en el hotel Villa Teca, habíamos dormido con aire acondicionado a causa del bochorno nocturno porque, en cuanto salías de la habitación, el calor se te pegaba al cuerpo.
Nos levantamos a las 7 de la mañana y ya hacía calor. Tomamos el desayuno y subimos al autocar, que nos llevaría a la que sería la última excursión incluida en el paquete del viaje: el pequeño parque nacional de Manuel Antonio.

Si os apetece seguir leyendo, podéis hacerlo en esta página.