Qué mal tienen que andar los fascistas para colocar una bomba en el Teatro Alfil, de Madrid, donde actúa Leo Bassi. ¡Y luego hablan del integrismo islámico!
Era un artefacto casero que ha sido desactivado, pero que tendría que haber estallado durante la representación de su obra La revelación y haber provocado un incendio de gravísimas consecuencias.
El actor ya había recibido amenazas de muerte de grupos ultras católicos a causa del carácter polémico de la pieza y había contratado un servicio de seguridad.
Bassi explica el tema en su blog: «El espectáculo en sí carece de escenas escatológicas, no insulta a los símbolos cristianos y de todos mis espectáculos es el más profundo y sincero. Lo que molesta tanto a ciertas personas es la fuerza con la que defiendo los valores del laicismo. La Revelación es básicamente una crítica racional al monoteismo del antiguo testamento poniendo en evidencia las contradicciones peligrosas las omisiones e inconsistencias.»