Después de un par de días fuera de combate por un virus que corre por la vecindad y que se me echó encima como previo regalo de reyes, esta mañana he podido mirar la tele con cierta tranquilidad física.
En un informativo explican que el Rally Dakar llega o ha llegado a Iquique, en Chile.
Las dos primeras cosas que se me pasan por la cabeza son lo absurdo de seguir denominando Dakar a una carrera que se corre en Suramérica, en lugar de en África, y la inutilidad de las diferentes competiciones de coches en un momento en que deberíamos plantearnos reducir la contaminación que generan los automóviles y levantar el pie del acelerador para evitar más accidentes.
La tercera cosa que se me viene a la memoria es un disco del grupo musical chileno Quilapayún, La cantata de Santa María de Iquique, que oíamos y cantábamos en plena dictadura franquista, a inicios de los años 70.
Os copio y pego el inicio de lo que dice la Wikipedia del origen de la canción.

La cantata de Santa María de Iquique es una pieza compuesta por el músico chileno Luis Advis hacia finales de 1969 e interpretada principalmente por el grupo Quilapayún. La obra musical está compuesta por 18 partes, incluyendo cinco relatos de Héctor Duvauchelle, en que se narran los sucesos de la matanza de la Escuela Santa María, ocurrida el 21 de diciembre de 1907 en la ciudad de Iquique, en el norte de Chile, y perpetrada por el general Roberto Silva Renard, en el Gobierno del presidente Pedro Montt. La Cantata Popular, como también se denomina, es considerada como una de las obras cumbres de la llamada Nueva Canción Chilena que se desarrolló desde finales de los años 60 y 70. La cantata mezcla elementos de la música folclórica con otros de la música docta y religiosa.

Y también un par de estrofas. El resto lo podéis encontrar en Cancioneros.com.

Ustedes que ya escucharon / la historia que se contó /no sigan allí sentados /pensando que ya pasó./ No basta sólo el recuerdo,/ el canto no bastará./ No basta sólo el lamento,/ miremos la realidad.
Quizás mañana o pasado / o bien, en un tiempo más, / la historia que han escuchado / de nuevo sucederá. / Es Chile un país tan largo, / mil cosas pueden pasar /si es que no nos preparamos / resueltos para luchar. / Tenemos razones puras, / tenemos por qué pelear. / Tenemos las manos duras, / tenemos con qué ganar. /
Unámonos como hermanos / que nadie nos vencerá. / Si quieren esclavizarnos, / jamás lo podrán lograr. / La tierra será de todos / también será nuestro el mar./ Justicia habrá para todos / y habrá también libertad. / Luchemos por los derechos / que todos deben tener. / Luchemos por lo que es nuestro, / de nadie más ha de ser.

A este texto original de Luis Advis le añadió Julio Cortazar algunos retoques unos años después. Y allí donde la canción decía «No basta solo el recuerdo…», el gran escritor argentino añadió:»… ya no basta con llorar./ No es tiempo de lamentarse,/cuando es tiempo de luchar».